Todo comenzó en 1999 con un taller de arqueología experimental dado por los maestros
Carlos Moreyra y Victor Hugo Garay en el museo histórico de Chivilcoy. Allí nos enseñaron
a valorizar las técnicas alfareras prehispanicas. Al poco tiempo conocí a la arqueóloga
Karina Garrett, con quien seguí incursionando en la investigación del apasionante mundo
de la cerámica precolombina.
También tuve la suerte de poder asistir a la Escuela de Cerámica de Avellaneda, en donde
pude conocer otra mirada sobre el hacer cerámico, y construir un marco teórico sobre temas
como el esmaltado, con la guía de Eduardo Garavaglia.
Actualmente me dedico a la docencia, a través de talleres en distintas localidades de la Patagonia
(Neuquén, Zapala, El Manso, Junin de los Andes, Epuyén, etc.) y de Buenos Aires (avellaneda, Las Flores); a la realización de piezas en material cerámico, tomando como
inspiración piezas arqueológicas de las culturas que habitaron América; y al
esmaltado de cobre.